Prototipo experimental

    Albar Aalto proyectó la Vivienda Experimental Muuratsalo con la idea inicial de destinarla a casa para el verano. Se trata de un refugio en una isla desierta, un lugar de descanso, un hogar en el cual pasaría su tiempo de ocio y realizaría diferentes ensayos de experimentos arquitectónicos (laboratorio). Aalto pensaba que todo arquitecto debería tener la oportunidad de ensayar sus ideas en un "laboratio".
    La construcción consta de dos alas para la vivienda y dos muros que cierran el patio. Estos muros están divididos en paneles en los cuales se insertan cerca de 50 tipos de ladrillos y placas de cerámica con el fin de estudiar la resistencia de cada uno además de los efectos compositivos y visuales de estos materiales. En el centro del patio inserta un fogón que lo convierte en zona de reunión central. Tiene ademas, en una cala arenosa a la orilla del lago, una sauna experimental de humo filandesa.
   

Dedicó este laboratorio a estudiar el tratamiento del terreno, del volumen y a jugar con los materiales. Pone a prueba la estética de los diferentes arreglos, y al mismo tiempo vigila el cómo reaccionarían en el áspero clima de la zona. Prueba también concepto tales como sistemas de climentación, construcción de ladrillo de forma libre, y calefacción pasiva.
     Juega con la entrada de la luz solar por las aberturas que se ven en los muros exteriores. El hueco del oeste, que no llega al suelo, tiene una serie de listones que restablecen el plano del muro. El del sur queda abierto en su totalidad, convirtiéndose en la entrada principal y abriendo las vistas a la sala de estar.

    La azotea de la casa está inclinada para bloquear el viento y conseguir al mismo tiempo que la nieve cubra el área privada de la casa.


    En resumen, esta casa-estudio o laboratorio intenta estudiar el comportamiento de los materiales y aparejos respecto al clima y el paso del tiempo, además del aspecto plástico y decorativo.